El ultimo relato del año

-¿Cuantas palabras puedes escribir por minuto?.- Si no lo sabes porque no te pones a escribir, a ver que se te puede ocurrir en cinco minutos que tienes, antes de que te corra, si es una gran historia te dare comida, si no te aventare al desierto y que el decida tu suerte ¿estas de acuerdo?.

El niño no tenia ya nada que perder

-Esta bien.-Contestó el niño.

El niño agarro unas hojas de maiz que estaban por ahi, al cabo de 5 minutos terminó, en las hojas de maiz podria verse las palabras diseminadas en las hojas, sin algun entendimiento, el señor trataba de leer pero no conseguia hacerlo.

-Niño no entiendo lo que escribiste ¿que dice?.-Preguntó el señor.

El niño le respondió:

Solo las personas que no tienen maldad en el corazón pueden entender lo que esta aqui escrito.

El señor tomo al niño, lo subio al carruaje,salieron del pueblo y al final lo avento al desierto, despues el señor se fue gritandole: Te lo dije.

El señor, sin pena ni gloria llego a su casa, vio las hojas amarillas de maiz, las letras empezaron a ser mas legibles, las tomo y empezó a ver como esos rayones empezaban a formar letras. La historia que habia escrito el niño contaba la vida del señor, estaba sorprendido pues la exactitud de la historia de su vida era impecable,los amorios, sus pasiones, sus fracasos todo estaba escrito en esas hojas de maiz, mientras llegaba al desenlace de la historia leyo su encuento ultimo del niño, dondele pedia que escribiese una historia, estaba al detalle la forma en que lo subio, cuando lo maltrató, los pensamientos que tenia guardado en su mente,pero algo no encajaba en la historia. El niño habia descrito que el señor estaba a punto de morir en el desierto, las ultimas palabas de la historia decia eso. Sin embargo estaba el en su casa leyendo las hojas de maiz, asustado por la cosas que habia leido, sus espejo reflejado en unas cuantas palabras, en unas hojas de maiz el inicio y desenlace de su vida. En el epilogo leyo la historia del niño,terminaba en el punto del desierto, lo demas estaba en blanco. El señor tiro las hojas de maiz, salio de la casa, en un intento desesperado para buscar a ese ser extraño la tormenta de arena hacia su aparición, pero los dos se perdieron en el desierto sin dejar rastro alguno de su existencia

Comentarios

Entradas populares de este blog

Herencia.

Placa 36 cara y cruz del comandante Moneda

Cosas que debes saber antes de que vayas a programar en C#