1. Encuentro con el silencio

Hace mas de dos años saliendo desde la Ciudad de México, pasando por Cuautitlan de pasadita, pisando los campos verdes de San Juan del Río siendo arrasados por la zona industrial de la zona, el viento húmedo empujando a cuarenta kilometros para atravesar la parte de Guanajuato y San Luis Potosi, disfrutando de los frutos de la naturaleza, las fresas medio deshidratadas, el calor de la tarde, el agua embotellada diaria, la cuota para un joven de veintisiete años sesenta y siete kilómetros por día, aunque no siempre lo cumplia por observar a su alrededor el milagro de la naturaleza, el viento, el calor, el frio, el agua, las plantas, el cielo, las estrellas, el manto nocturno, el olor a tierra mojada, la fruta de temporada que siempre han estado ahi para contemplarse y sin embargo nadie ha querido jamas ver. Dentro de la carretera pasa por la Capital de San Luis, dos o tres tocadas en el parque central le dan la oportunidad de comprar mas agua y alimento variado entre pan de caja, jamon y unos doritos nachos y alguna que otra galleta especial para su compañero canino, sigue adelante pues es libre por un rato, no hay obligaciones, no hay trabajos que cumplir, no hay que someter su tiempo para otra persona, no mas es el, un perro, un camino que recorrer hacia la aventura. Llega a Zacatecas, pasa por los cerros, ve el horizonte y el tamaño de la gran Ciudad de Zacatecas, pasa por el centro hitórico, el marmol rosado se hace ver por todos lados, fuentes, luces, bellas mujeres, se oscurece y entramos al llano, mas frio, mas cansancio, mas tiempo sin rasurarse, la ropa desgastada empieza a ceder anqte el abarzo del frio de cinco grados bajo cero, el termo de cafe ya casi se vacia, el perro dice con sus ladridos es hora de descansar. Ahora el paisaje cambia, antes de un fresco llano nos encontramos con el seco y poco atractivo desierto de Durango, la sombra es nula, el sol empieza a cambiar la piel, se enrojece, mas botellas de agua, mas comida, mas desmayos inoportunos pero pronto llegará al lugar enigmático, cerca de la frontera entre chihuahua y Durango. La zona del Silencio.